martes, 22 de noviembre de 2011

DOCENTE COMO DISEÑADOR DE LA ENSEÑANZA

Los docentes como diseñador de la enseñanza
En este apunte nos centraremos en la fase preactiva de la enseñanza, es decir,  la actividad de enseñar se desarrolla en el tiempo, en tres fases: preactiva, activa y postactiva.

La fase activa es aquella en la cual el docente se encuentra junto a sus alumnos con la finalidad de que éstos aprendan el contenido seleccionado para la clase.
Es el momento en el cual se hace acto un conjunto de anticipaciones y “planes “del docente.
La fase preactiva supone la realización de una cantidad de tareas que garantizarán que ocurran algunas situaciones en el momento de la clase.
La fase postactiva hace referencia al momento posterior a la clase, en el cual se evalúan y analizan las actuaciones, (de alumnos y del mismo docente).

La fase preactiva supone entre otras las siguientes actividades:
ü      Selección de contenidos, organización y secuenciación.
ü      Transposición didáctica.
ü      Establecer  metas, objetivos a corto y largo plazo.
ü      Organización del entorno de aprendizaje
ü      Planificación de secuencias de actividades, planteo de consignas para el trabajo en clase y el trabajo de los alumnos luego de la clase.
ü      Planificación de la evaluación.
ü      Organización de los recursos materiales y  didácticos que se utilizarán.
ü      Previsión de situaciones adversas o dificultosas.
ü      Previsión de actividades alternativas frente a imprevistos, variedad de propuestas en función de la diversidad del alumnado, etc.

Este conjunto de tareas ubican claramente al docente en la categoría de programador.
Muchas veces esta tarea se realiza sin un marco teórico o enfoque definido o explicitado a priori, sin embargo en cada una de las elecciones y decisiones subyace un enfoque de trabajo, una manera de concebir la misma tarea de enseñar, el aprendizaje y una concepción sobre el conocimiento.

 ¿Qué es la programación?

Para E. Londini[1], “la programación representa el instrumento principal para posibilitar que un proyecto general, cual es el contenido de los programas nacionales (…) pueda ir bajando poco a poco a la situación concreta representada por cada una de las escuelas, situadas en un determinado contexto geográfico y social, (…).
La programación es, por lo tanto, una serie de operaciones que los profesores, bien como conjunto, bien en grupos de dimensiones más reducidas (…), llevan a cabo para organizar a nivel concreto la actividad didáctica y con ello poner en práctica aquellas experiencias de aprendizaje que irán a constituir el currículum efectivamente  seguido por los alumnos”.

Algunas de las preguntas principales que surgen en la fase preactiva de la enseñanza son las siguientes:
Qué enseñar?
Cómo enseñarlo?
Porqué es importante ese contenido?
Cómo seleccionaré presentaré el material?
Qué recursos podré utilizar para su enseñanza?
Qué estrategias se necesitan para aprender los contenidos propuestos?
Cómo se evaluará?*

Las respuestas suponen un conjunto de criterios, construidos las más de las veces, en forma individual, en soledad.
Esta fase requiere de intercambio y de interacción con colegas, ya que implica un conjunto de decisiones fundamentales para el trabajo futuro. No siempre nuestras instituciones permiten tiempos y espacios para este trabajo de equipo docente, sin embargo podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que ésta es una tarea tan importante como la clase misma.

*Algunos criterios para pensar respuestas a las preguntas enunciadas:

-       J. Bruner sostiene la importancia de focalizar la tarea de enseñanza en aquellos contenidos que sean potencialmente fructíferos, que permitan o den lugar a otros aprendizajes, los llama contenidos o ideas básicas. Concebir como un criterio de selección elegir para enseñar las ideas básicas de un contenido podrá redundar en aprendizajes profundos, significa privilegiar como criterio de selección la profundidad por sobre la extensión.
-       Seleccionar contenidos que sean prerrequisitos de otros aprendizajes posteriores y trabajarlos en forma espiralada, es decir cada vez con mayor grado de profundidad y complejidad[2].
-       Seleccionar contenidos que permitan establecer conexiones de sentido con otros  (saberes o ideas previas, análogas, etc)
-       Seleccionar contenidos que favorezcan las relaciones con otras áreas de conocimientos.
-       Criterios para secuenciar contenidos (ver en el txt de Del Carmen que trabajaremos luego)
-       Tener en cuenta la construcción de entornos de aprendizaje, como así también las estrategias  para aprender y su respectiva enseñanza.

Las respuestas a algunas de estas preguntas nos sitúan en un concepto que deseamos introducir muy importante para comprender la naturaleza de lo que se enseña en las escuelas.
Es el concepto de transposición didáctica:

Todo proyecto curricular tiene como problema fundamental los contenidos, el saber qué es lo que se va enseñar en las escuelas.

L. Stenhouse sostiene que el contenido del currícculum está constituido por realidades construidas, realizadas en contextos institucionales particulares y distorsionados por tales contextos.

En todo caso podemos hablar de una suerte de descontextualización de los conocimientos que son enseñados en la escuela, ya que se retira al conocimiento de su contexto de realización y construcción para poder enseñarlo en un contexto específico y diferente al contexto de producción como lo es la escuela.

Por lo tanto se llama transposición didáctica al proceso mediante el cual el conocimiento erudito se transforma en conocimiento u objeto a enseñar y éste en conocimiento u objeto de enseñanza o conocimiento enseñado.
El recorrido que desarrolla el conocimiento está imbricando en un conjunto de mediaciones.

Se denomina conocimiento erudito al conocimiento elaborado por los científicos o expertos en ese campo de saber.
Posee su propia lógica de producción y difusión en una comunidad de expertos.
Este conocimiento se divulga y reproduce alejándose paulatinamente de su contexto de producción.
Sufre entonces un proceso de transformación cuando se constituye en conocimiento a enseñar.

Los especialistas que se ocupan de elaborar el currículum, funcionan como mediadores entre el conocimiento erudito y el conocimiento a enseñar.

El currículum prescripto es la principal mediación entre el conocimiento erudito y el conocimiento a enseñar.
Pero no sólo el currículum funciona como mediador, también cumplen este papel las editoriales, cuyos libros de texto para la enseñanza moldean la selección de contenidos a ser enseñados.

Los docentes también operan como mediadores y allí el conocimiento “sufre” un nuevo desplazamiento.
Los docentes transforman el conocimiento a enseñar en conocimiento enseñado (efectivamente).
El conocimiento aparece en su versión didáctica.

Por último hablamos de conocimiento aprendido que es aquel que a internalizado el alumno luego de estas sucesivas transformaciones.

La trasposición didáctica[3] como proceso no es bueno o malo en sí misma, significa que la escuela requiere de estos procesos de transformación para lograr enseñar el recorte de la cultura que constituye el currículum.

Sin embargo es preciso reparar en algunas advertencias:
Es probable que en la escuela el conocimiento sufra de …
Deformación
Ocultamiento
Envejecimiento
Riesgos de banalización, sustitución, obsolescencia.

Finalmente estas ideas son importantes para el docente como programador, a sabiendas de los cambios que el conocimiento tiene, prever variadas fuentes de información, no basar su trabajo exclusivamente en los libros de texto, ampliar el conocimiento del contenido a enseñar informándose, conociendo algunos aspectos que hacen al contexto y origen de producción de dicho conocimiento.


Materiales de enseñanza


La actividad escolar se realiza  en contextos diferentes a aquellos en los cuales se produce el conocimiento, lo cual obliga a los actores a conectarse con los productos culturales y/o científicos a través de mediadores.

Entre los mediadores podemos mencionar a los materiales de enseñanza que surgen como representación mediadora entre el currículum prescripto  y  lo que ocurre en las aulas.

Llamaremos materiales de enseñanza a todos aquellos medios mediante los cuales se desarrolla el currículum

Sin embargo sería reduccionista pensar que el currículum se expresa a través de los materiales de enseñanza exclusivamente pero, no cabe duda, funcionan como un poderoso moldeador de las decisiones curriculares.
 
Tal y como lo expresa Lundgren

“Cuando los procesos de reproducción se separan de la producción, aquélla que se realiza a través de la representación de ésta en un “texto” que debe ser portado por un mediador, porque pasa a ser una reproducción simbólica”.
Lundgren (1983)

Los materiales cumplen esta función de soporte de la reproducción.

Quienes producen ese “texto” o representación de la producción cultural y científica están fuera del entorno  pedagógico escolar pero, de todos modos, esta situación no deja de situarlos como agentes fundamentales de las prácticas pedagógicas.


Los estilos y estrategias de enseñanza, la cultura escolar, las modalidades de gestión, seleccionan los mediadores que se utilizan en las aulas.
Los diversos mediadores elegidos tienen diferente poder para comunicar y expresar la cultura.
Dichos materiales se presentan en diversos soportes, escritos, pictóricos, gráficos, fotográficos, filmaciones, objetos, herramientas, máquinas, informatizados, etc.
Pero , y a pesar de esta gran diversidad de soportes, la cultura escolar tiene como base fundamental de mediación el habla, la palabra oral y, en todo caso, la escrita, siendo el educador la principal fuente de información.

Es importante saber y poder utilizar como medios otras formas de comunicación y de construcción de sentidos además de la palabra docente (sin por ello caer en el error de desmerecerla o minimizar su importancia).

“El problema pedagógico es el de abrir el espectro de mediadores culturales  y el de favorecer los usos pedagógicos más adecuados al desarrollo de los individuos, tanto alumnos como maestros y profesores”.
J G Sacristán

Algunos medios que resultan muy fáciles de utilizar fuera de la escuela, en ella se transforman, por una extraña razón,  en instrumentos muy difíciles de dominar (video, computadora, entre otros). Esto tiene que ver, no siempre pero sí con frecuencia,  con los usos y costumbres habituales en las prácticas pedagógicas.

Si bien los materiales siempre han sido concebidos como medios para el desarrollo de la enseñanza, otra función que han cumplido históricamente (y no siempre a sabiendas de los mismos docentes)  es una función de control.
Los materiales imprimen en el sistema escolar una cierta estandarización de a cultura.

No obstante las advertencias y observaciones que venimos realizando los materiales de enseñanza son de una ayuda indispensable para la práctica docente.
El material dosifica el contenido, genera contactos y vínculos con el conocimiento, facilita al docente la organización de las clases, etc. Una de las principales herramientas del trabajo docente es el libro de texto.
Nadie puede negar la importancia de los libros de texto a la hora de programar la enseñanza.
Sin embargo de lo que se trata no es de destruir el libro de texto sino de alternar su utilización incorporando otros materiales, diversas fuentes y diferentes soportes.

La mejora de las estrategias de enseñanza exige una modificación en la producción y el uso de materiales.
Tal vez se deba pensar en el docente también como productor de los materiales de enseñanza que utiliza, o bien como un recreador de los que selecciona.

La elaboración de los propios materiales de enseñanza facilita la toma de decisiones curriculares y es un elemento liberador de las prácticas docentes por cuanto favorece los procesos de profesionalización. Esta tarea no obstante es de difícil realización en contextos escolares en los cuales hay restricciones importantes a la autonomía de trabajo docente.
Un modo de paliar las restricciones y superar estos obstáculos, así como otros de índole personal (falta de formación, dificultades para seleccionar, falta de creatividad, etc.), será posible organizar la tarea de producción si se logra trabajar en equipo, junto a colegas.
Las discusiones y la toma de decisión compartida podrá ser un estímulo importante en el diseño de los materiales a utilizar.

Por lo tanto, aún si los materiales producidos por los docentes  carecen del atractivo que poseen los materiales producidos en otros contextos y con fines comerciales; seguramente su potencia puede ser mayor porque habrán sido pensados, discutidos, analizados y propuestos, teniendo en cuenta variables contextuales, institucionales y grupales, que la producción en serie no ha contemplado, ni puede contemplar.

Creando ambientes de aprendizaje

Nos concentraremos ahora en algunos conceptos fundamentales acerca de la construcción de entornos de aprendizaje.
Este concepto tomado de D. Perkins propone una reformulación del trabajo en el aula, resinificando tiempos, espacios y recursos.
 De este modo, entendemos por entorno educativo un sistema de elementos interrelacionados que incluye:

-La organización del espacio en el aula y fuera de ella
-Las consignas de trabajo
-Los materiales de trabajo
-El clima del aula.

“el entorno está formado por un universo de estímulos e intercambios que contribuyen al desarrollo cognitivo y socialización de los individuos” (Hernández, Fernando)


El aula ha de convertirse en un espacio de encuentro con otros, de construcción de un grupo-clase, para lo cual es preciso disponer de un entorno que facilite las comunicaciones e intercambios. La organización del tiempo, de los recursos materiales, el tipo de actividades y consignas propuestas, la organización y diseño del espacio condiciona las posibilidades de interacción y de aprendizaje.
El sistema “aula”  es más un conjunto de relaciones humanas que una configuración física.

El entorno educativo está formado por más que aquello que rodea al alumno en su clase, y supone una concepción de enseñanza que persigue la comprensión y una concepción de aprendizaje significativo.

La clase anterior se sugería, mediante una actividad, el diseño de un entorno de aprendizaje en condiciones ficticias…

Habitualmente pensamos que la distribución del tiempo y del espacio y las configuraciones de clase no colaboran en la construcción de entornos adecuados para aprender, sin embargo y aun sabiendo esto, nos resulta sumamente difícil modificar el entorno.
Esta situación puede tener que ver con la falta de recursos materiales y humanos disponibles, pero no siempre es éste el caso.
Configurar entornos para el aprendizaje supone situarse en una concepción de enseñanza en la cual se admiten diferentes estrategias a la vez, diversas fuentes de las cuales nutrirse del conocimiento e información necesarias, el trabajo mediante la resolución de problemas, el docente como facilitador y provocador de situaciones de aprendizaje, el desarrollo de inteligencias múltiples, el uso de diferentes tipos de lenguajes y modalidades de comunicación[4] y una actividad que implique al alumno el diseño de proyectos ( y productos) diversos.

No basta con configurar un entorno, es preciso planificar en él, el tipo de propuesta que será presentada a los alumnos, las consignas de trabajo entonces adquieren especial importancia.

Cualquier aula podrá constituirse en un entorno de aprendizaje, no es necesario que pensemos en bibliotecas sumamente equipadas
(Aunque esto último es deseable en muchas instituciones que no cuentan con ellas).
Se trata de transformar las aulas en territorios en los cuales se encuentre siempre presente: la interacción, el debate, el estudio, la búsqueda de información, el trabajo colectivo y compartido, el trabajo individual, la concentración y el “desorden” propio de la tarea por realizarse.
El aula es un escenario en el cual se organiza una tarea o varias tareas, es un terreno previsible en el cual suceden cosas imprevistas, es en el terreno de lo imprevisible, en dónde se suceden dinámicas interesantes y motivadoras.

El espacio:
Sea chico o grande el espacio en las escuelas no siempre es utilizado para atraer al alumno y motivar el conocimiento.
Los espacios en las aulas suelen ser muy estáticos y uniformes, pero podrían construirse en ellos dinámicas apasionantes de investigación, los alumnos generalmente no se apropian del espacio a menos que desde la misma institución se los invite a hacerlo.

El espacio escolar no es una variable neutra, en cada espacio se pueden favorecer o entorpecer determinadas situaciones y relaciones.
En general los espacios en la escuela están concebidos como espacios personales más que colectivos (por ejemplo bancos con pupitres separados), no contribuyen a la interacción y el intercambio, el espacio y el mobiliario configuran un tipo de tarea.

En los diseños de los espacios escolares encontramos muchas claves para entender la dinámica de funcionamiento  de las instituciones,

En esta institución la prioridad es motivar y enriquecer a los alumnos a través de experiencias interesantes y convocantes.
Estas jornadas son muy esperadas por todos, incluyendo al personal de la escuela.




Actividad:
1)     Explicar las tres fases de la enseñanza.                                                                  
2)     ¿Qué materiales de enseñanza utiliza el docente para dar su clase?
3)     Recordar y comentar que material o materiales para le enseñanza (si lo hubo) utilizo algunos de sus profesores que les haya parecido atractivo para ustedes durante su etapa de secundaria.    
4) Durante el mes de pasantía, en las aulas donde realizaron las observaciones; ¿la distribución del tiempo y del espacio y las formas de dar las clases, colaboraban en la construcción de entornos adecuados para el aprendizaje de los niños? ¿observaron falta de recursos materiales y humanos disponible?






3 comentarios:

  1. Hola! disculpa, podrías publicar de que libro conseguiste las fases preactiva, interactiva y postactiva?

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  2. Simplemente gracias...excelente explicación

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  3. Especial para poder aplicar en la evaluación del método formativo

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